Ayer abri los ojos completamente, me di cuenta del costo de las ilusiones, de los sueños. Con solo una palabra o acto, nos pueden llevar a los mas alto del cielo, o tan solo, lo contrario, y quebrarse en pedazos como un ligero golpe en un cristal delicado.
Creo que para ser esa persona que busca sueños como punto de anclaje para tener impulso en la vida, se me hizo ya claro que, asi se resquebrajen, no me queda mas remedio que tomar ese sueño como un lindo recuerdo, algo que llenó de vida mi corazón, mi mirada de alegría infinita, de ilusión.
¿Herido?, ¿Dañado?, No, creo que mis sentimientos ya se encuentran curtidos con todas aquellas historias con que esta escrito mi pasado, mi presente, y es mejor asi, porque mi futuro es aun incierto.
Confieso que perdí el sueño un par de veces esta noche recordando imágenes que no quería recordar, es mas, escribiendo estas líneas se me hace claro recordar esa mirada, ese rostro, ese sueño que por el bienestar dejo atras.
No digo ¡Nunca más! porque mi personalidad no lo permite, me encanta amar una ilusión, unos detalles, ese no se que, que te hace vibrar, eso que a veces te hace armar un rompecabezas con las personas armando ese ser ideal.
Sólo me queda agradecer directamente a esas personas que me inspiraron en su momento, por lo que deje de usar mi mente como un lienzo sutil e invisible donde desbocar todos mis sentimientos. Por ello a lo mejor seré Sergio, ese personaje que inventé, y que vivirá todo lo que no pude hacer, y a lo mejor tú conoces a Daniela, ese ser, creo, imaginario de mirada encantadora, enamoradiza que busca una ilusión, un detalle, aunque las circunstancias sempre los obligan a preguntarse: ¿Por que ahora?, ¿Por que no ayer que tanto te busqué?.
Ahora solo me queda tomar un café sentado mirando el horizonte, imaginándome las vidas de las personas que pasan enfrente mío y tal vez embarcarme en una nueva ilusión...